miércoles, 17 de mayo de 2017

en alas de colibrí

 Voces de la mañana que quiero resucitar
del tiempo y de la memoria del aire y la libertad

 
 dulce clamor del viento que vuelve para cantar
las venas de alguna historia que nunca pude olvidar

 Demoraré mi alma al borde de la razón
diré que he perdido el cielo si no pude dar con vos

la calle está revuelta mi amor vaga en soledad
dibujo una flor que vuela por mi rincón de pensar

Los versos salen tristes es agua de mi sentir
llovizna que no termina y nada ha pasado aquí 

voces que no me engañan hay luces para brindar
mil barcos en mi escollera ya listos para zarpar

Estrella que se esconde en las de colibrí
misterio del caminante que ha visto lo que yo vi
 


Posdata: La paciencia es un arte, dicen, y la banda está usando esta herramienta por más que el entusiasmo inspire otra cosa. Las canciones van creciendo y tomando su color de la mano de estos amigos con los que la vida me está premiando, es lo que siento y ellos saben que no miento. 
 
 
Cada vez falta menos para enfrentar al león, 
o al "negro y al silencio" al decir de Alberto Cortéz. Nuestras letras y la propia música son un homenaje humano para todos los que estamos aún en este planeta.
                                                           José López Romero 


viernes, 5 de mayo de 2017

Bienvenido Sergio Dantona

La banda tiene desde pocos días atrás un nuevo integrante que robustece nuestra idea. Los pasos se aceleran pero con tranquilidad para un esperado debut en un pequeño recital a modo de presentación. Néstor, Fabio, Marcelo, Oscar y José abrazan al amigo.

             RUMBO DE GAVIOTA       (JLR)

El sol de acuario se metió por la ventana
y me dio alas y un profundo imaginario
soñé la paz y una frontera abandonada
letras enormes titulares de los diarios

Soñé que habían florecido utopías 
de aquellas frases convertidas en trincheras
las bellas almas combatientes lo decían
que nunca es tarde para recobrar estrellas

Poetas locos escribiendo un mundo limpio
con la sonrisa de los pueblos recitando
los versos tiernos con que llegan nuestros hijos
quiero pensar que no estoy solo delirando
 
                                                      (Fragmento)

miércoles, 3 de mayo de 2017

El duende de los parques

"Mandoncito" lo llamaban, y el diminutivo lo llevó prendido toda la vida por su estatura tal vez, o por su genio manso asociado al canto popular callejero.
Víctor Mandón su nombre real, personaje de mi pueblo como los habrá en tantos lugares, no lo dudo, a quien Puente Mihura recuerda en una canción.
Cuenta la leyenda y él mismo me lo contó que una orquesta tanguera de las que giraban asiduamente en otros tiempos por el interior de nuestra Argentina, le propuso intentar Buenos Aires dentro de la conocida formación. Pero su fama de buen cantor solo trascendió en la tierra donde terminó sus días, al preferir la libertad de elegir donde ofrecer sus interpretaciones de un modo particular, haciendo gala incluso de buen humor. Los bares, reuniones de bohemios,   noctámbulos amigos y los parques de atracciones fueron su público por excelencia a quienes se brindó en la pureza del alma.  
                                                            (JLR)